Esta melancolía que me recorría todos los días venía de mi primer día en la prisión, en la que conocí al que siempre será mi mayor tesoro, Carol.
La Prostituta Sacialunas la llamaban; ya que era la mejor en su profesión y nadie que hubiera demandado sus servicios se había quejado de nada en absoluto.
"Es tan hermosa aun siendo solamente una prostituta..." pensé la primera vez que la vi, aunque eso solo fue el principio...
No hay comentarios:
Publicar un comentario